Ya que decir.. que más da, no se me oye ni de cerca ni de lejos... cansada de intentarlo, cansada de no acertar, cansa de los cambios ... simplemente , cansada. ¿Y qué más da? Estas mismas palabras se quedaran aquí , temerosas de salir más allá de estas paredes. Hace muchísimo frío, solitario y asqueroso frío, que se metió hace un tiempo atrás y que cogió fuerza por el camino.
La espera me mata, esperanzada de que suene esa campanilla odiosa que anuncia la tan esperada llegada que nunca llega... ¿Seré yo la tonta ingenua? ¡Yo sé de gente que se murió así, esperando!
¿Y que más da? Supongo que una vez más solo queda esperar... ¡Pero me odio! Me odio por ingenua, por victima de mi propia pena, por el velo de este frío, que solo yo me he puesto, pero que nadie me ha quitado. ¡Me odio! Por no ser capaz de ser como el rio que corre ladera abajo, fresco como agua de mayo... ¡Me odio!.. por ya no tener fuerzas ni tan si quiera para alzar la voz pidiendo auxilio por culpa del no ser víctima de mi misma...
... Y aún así la campanilla odiosa no anuncia la tan esperada llegada ...