Me encanta ver como se reproduce una copia. A lo mejor soy la única que se fija en esas cosas, pero sí. Si te pones a ver sus pasos te das cuenta de muchas cosas y te planteas otras muchas. Por ejemplo, las copias siempre intentan parecerse a la original, aunque signifique que la original pueda perderse entre la copia, sin distinguirse cual era la copia y cual la original. La copia puede terminar por apropiarse con las facultades de esa, la original, que tanto tiempo le a llevado tratarse, hacerse, originarse en si misma, y la copia se lo arrebata en menos tiempo de lo esperado.
Pero ¿ sabéis lo que también me he dado cuenta? Que la copia es eso, una copia. Que al fin y al cabo, siempre sera eso , una copia de algo que nunca sera. Que la original evolucionará, seguirá adelante, siempre podrá moldearse y adaptarse. Pero la copia es un estado permanente y del cual para evolucionar tiene que destruirse para poder hacer otra copia de otro original o de la evolución de la misma del principio. Que la original tiene un aura única y propia y que se ha hecho con el tiempo y es fuerte para dejarse por un copia.
Tambien así podemos deducir que, solo las buenas personas, las que te conocen, las que ven mas allá de un simple papel pintado, sabrán cuales son las características que le hace ser original y única.
¿Lo aplicamos a la vida?
Una de las tantas tonterías de las 4:00 de la madrugada.